Freud: la sospecha sobre la conciencia y el malestar en la cultura
Sospecha sobre la conciencia
Descartes, en sus Meditaciones metafísicas (1641) desarrolla el argumento sobre la certeza de la propia existencia, incluso ante la duda de todo lo demás. Allí dice:
“Me he convencido de que no hay nada en el mundo, ni cielo, ni tierra, ni mente, ni cuerpo. ¿Implica ello que yo tampoco exista? No: si hay algo de lo que esté realmente convencido es de mi propia existencia. Pero hay un engañador de poder y astucia supremos que me está confundiendo deliberada y constantemente. En ese caso, y aunque el engañador me confunda, sin duda, yo también debo existir...”¿Por qué?
"pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad "yo pienso, luego soy" era tan firme y segura que las más extravagentes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla sin escrúpulos como el principio de la filosofía que andaba buscando".Esta certeza o evidencia del yo, característica del pensamiento mdoerno, y su identificación con el pensamiento es una de los blancos a los que se dirige la filosofía de la sospecha. Nos interesa mostrar ese ejercicio de la sospecha, en relación a la conciencia. Un primer ejemplo lo vimos con Nietzsche, pero veamos ahora qué dice Freud:
“En condiciones normales nada nos parece tan seguro y establecido como la sensación de nuestra mismidad, de nuestro propio yo. Este yo se nos presenta como algo independiente, unitario, bien demarcado frente a todo lo demás. Sólo la investigación psicoanalítica –que por otra parte aún tiene mucho que decirnos sobre la relación entre el yo y el ello- nos ha enseñado que esa apariencia es engañosa; que, por el contrario, el yo se continúa hacia adentro, sin límites precisos, con una entidad psíquica inconciente que denominamos ello, y a la cual viene a servir como fachada” (FREUD, p.15).En otro pasaje, parece dirigirse directamente a Descartes cuando señala: “Uno se siente tentado a formar en las filas de los creyentes, para exhortar a no invocar en vano el nombre del Señor, a aquellos filósofos que creen poder salvar al Dios de la religión reemplazándolo por un principio impersonal, nebulosamente abstracto” (p.22). Es claro que para Freud, como para Nietzsche (en su Genealogía de la moral) y para Marx (la religión es “el opio de los pueblos”) la religión es una explicación para justificar el sufrimiento, suavizándolo con la postulación de una existencia ultraterrena. La técnica de la religión es, según Freud (pero también según Nietzsche!) al tiempo que impone un único camino para alcanzar la felicidad y evitar el sufrimiento, reducir el valor de la vida, deformando la imagen del mundo real, medidas que tienen como condición previa la intimidación de la inteligencia.
El malestar en la cultura
Freud otorga gran parte de la culpa por la miseria que sufrimos a la cultura. Por “cultura” Freud entiende: “la suma de producciones e instituciones que distancian nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y que sirven a dos fines: proteger al hombre contra la naturaleza y regular las relaciones de los hombres entre sí” (p.36). Como vemos, la cultura tiene el mismo origen que el Estado, si leemos a los filósofos contractualistas: proteger al individuo de la amenaza de los otros, y garantizar su seguridad e integridad individual. Claro, pero este costo se paga con la renuncia a la voluntad individual a favor de una voluntad común y mediante la sujeción a la ley. Freud lo señala diciendo: “la vida humana se torna posible cuando llega a reunirse una mayoría más poderosa que cada uno de los individuos y que se mantenga unidad entre a cualquiera de éstos. El poderío de tal comunidad se enfrenta entonces, como “Derecho” (...). Esta sustitución del poderío individual por el de la comunidad representa el paso decisivo hacia la cultura” (p.41)
Eros une en la cultura a los miembros mediante lazos libidinales, pero al individuo el prójimo también le representa algo más que un posible colaborador u objeto sexual, un motivo para satisfacer su agresividad. Este principio es el Thánathos. ¿Qué es el malestar en la cultura? Freud muestra cómo el hombre, mediante la creación de la cultura cambia la felicidad por seguridad. Por eso la cultura reposa sobre la renuncia a las satisfacciones instintuales y a las tendencias agresivas. De esta manera, la agresión es introyectada, dirigida contra el propio yo, constituyendo al superyó o conciencia moral. El yo queda subordinado al superyó mediante el sentimiento de culpabilidad (por la ambivalencia de la eterna lucha entre Eros y Thánathos), originado por el complejo de Edipo. Así, “dado que la cultura obedece a la pulsión erótica interior que la obliga a unir a los hombres en una masa íntimamente amalgamada, sólo puede alcanzar este objetivo mediante la constante y progresiva acentuación del sentimiento de culpabilidad” (p.77). Este es el sentimiento de malestar respecto de la cultura, que se presenta como una “angustia inconciente”.
por Mariano Sánchez (Gracias Mariano!) |
genial!
ResponderEliminar(lo que nos espera...)
giadorou
La Cultura me Seca las Alas
ResponderEliminarReflexión de un tal Pablo
Me levanto: un nuevo día en la Cultura. Siento ganas de ser feliz, algo me dice que es imposible, lo sé, igualmente busco… la espalda, la rodilla, hasta los ojos me duelen de la fiesta de anoche… (mansa) y cómo no: llegué a las 7, pude distraerme. No fue muy difícil: había de todo; bebidas, faso, muchas chicas hermosas, sí, estuve fantaseando, pero ya sé que nada de eso (fantasía, intoxicación, belleza) me puede dar placer. Busco. Busco en la sublimación, transformando en amistad las ganas de sexo, o con el arte de vivir… trato de ser independiente del destino y de mis pulsiones, aún así, tengo miedo de perder el amor de los demás, ¿lo merezco?
Ni la naturaleza ni mi cuerpo me hacen sufrir como las relaciones, tampoco me cabe el camino a la felicidad que me impone la iglesia… deforman el mundo real, reducen el valor de la vida… y qué conseguiría con hacerles caso… nada; entonces, después de tanto haberles chupado las medias (todavía infeliz) invocaría a Dios: mi último consuelo, (¡¡¡y si desde el principio estaba dispuesto a hacerlo, ¿podría haberme ahorrado todo ese largo rodeo?!!!).
El amor… ¿“el amor guerrero contra los intereses de la cultura amenazante”? Ok, amor ¡y después qué! Dependencia con mi objeto amado, los más grandes sufrimientos. Además ni no viene la infidelidad, viene la muerte, o te dejan de llamar… qué sé yo, “no tienen crédito”.
¿Por qué resulta tan difícil ser feliz?
Soy hostil a la cultura y a mí mismo. Sí, soy parte de esto, pero: ¡quién me dio a elegir! Si tan solo no fuese tan exigente… no sé… como los pueblos originarios, un saludo al sol, ropa para abrigarse, eran felices ellos. La marca top, el talle, mi cuerpo, la afeitada perfecta… saber de autos, saber de sexo… (etc.)
¡Qué hago acá! ¡Entre todas estas normas de mierda que me separan de lo que soy, entre toda esta suma de pelotudeces que separan mi vida de mis antepasados animales! ¡¿Para qué sirven?! ¿Para protegernos de la naturaleza? ¿Para regular nuestros vínculos recíprocos?
Ya le entregué mi poder a la comunidad, ¿qué hay entre mi libertad individual y la voluntad de la masa? Sí, le saqué energía al sexo, se la entregué a la cultura (y mi mujer se molestó un poco). Sí, sólo hice el amor con ella, sin perversiones, para procrear…. Bueno, también por placer. Nunca le fui infiel y aún así me cela, dice merecer mi amor más que cualquier otro, entonces no amaré a mi prójimo, a todos mis prójimos, como a mí mismo, perdón, porque estos desconocidos no lo acreditan como ella, que necesita sentirse más especial que todos mis otros prójimos… (y sin embargo me terminó dejando, no fui suficiente, ahhh). (sigue en el otro post)
(continuacion de la reflexion de Pablo)
ResponderEliminarSin las limitaciones del amor genital busqué un nuevo trabajo, y estos vínculos fraternales… al final igual no me llenaron, por no decir qué son, (hasta un terminó con mi ex). Siento en mí unas ganas de conservar y reunir sustancia en unidades, aunque a veces siento algo adentro… son como ganas de estas unidades se disuelvan y vuelvan al estado inorgánico inicial. Ganas de juntarme con mucha gente y ser un grupo unido… ganas de golpear a estos compañeros de trabajo, o a mí, por haber sido iluso, romper todo. Como la respiración, como el día y la noche, viven en mí, la fuerza de la vida y de la muerte.
La cultura quiere reunir gente… pero quizás todos tenemos en nosotros esto que yo siento; aprieto los puños, estoy nervioso, no sé qué es, ni por qué, contra mí, contra ellos… ¡Basta!
Pensar todo eso me da culpa. No hago nada, no le pegué, no fui infiel, pero la idea cruzó mi mente, ¿no es acaso lo mismo? Qué es ¿culpa o arrepentimiento? En mí luchan la vida (Eros) y la pulsión de muerte y de ahí nace un sentimiento de culpa. Ya estoy empernado: la fuente de esta culpa está en mí. Me la generó la sociedad, pero vive en mí, y es severa, una autoridad que controla a mi parte pecaminosa, turbia, sobre todo cuando las cosas salen mal. Además, cada nueva renuncia nutren la conciencia moral: un perno.
Por afuera y por adentro me cortan (me corto) las alas, me inyectan culpabilidad. (Por afuera miedo a la autoridad, por dentro, al superyó). Vigilancia, ¿merezco castigo? Hice las cosas bien, pero no fui suficientemente bueno. Necesito castigo porque me cargo un yo masoquista y un superyó sádico (un bajón). Me enrosqué en esta cultura desde el vientre, ya fue, es mi culpa. Además, cuando chico, quise matar a mi padre (pero soy hijo único, no conseguí aliados). Ojo, no solo tengo deseos egoístas, también a veces, como anoche, tengo ganas de compartir con todos. Soy como la cultura, con su impulso de vida y el de muerte; somos, ambos, la lucha por la vida, o sea desarrollo. ¿Cuál es el precio que tengo que pagar por ella? Ok, reprimir mis impulsos sexuales, ah, y los agresivos, ¿qué más? Una buena dosis de sentimiento de culpa y déficit de felicidad…
Entonces, me lavo la cara… me miro al espejo. Hoy hay otra fiesta. Ir no ir. Quizás caigo en la neurosis…
O quizás me relajo, camino por la montaña, dejo de creer en esta gran mentira.
El sol brilla y lo siento en la cara.
Todo lo que venía pensando formaba una enroscada nube negra, le tomo distancia y sonrío.
(Tibieza en el pecho).
¿Dónde está? Se ha disuelto.
Giadorou 29.9.10
holaaasss filosofosss soy el marianito sanchez es la primera vez q escribo asi q no se rian!!!! jajajajajaja esa fotooo me matoo!!! tratar de socavar en lo mas profundo de nuestro ser nuestra verdadera identidad es todo un desafíooo!!! y de todas las opciones q dio la SOLCITO GIADOROUU para resguardarme del frustrante mundo circundante me quedo con "escapar a mi propia realidad" y les dejo una frase q escribi:: "...cuanto en mi mente una incertidumbre se vuelve calvario, mis ojos ven la realidad en un mundo imaginario..." jajaja re voladaaaaa la fraseee saludosss nos vemosss en la facuuuuu!!!!
ResponderEliminarP.D: me muero de la risa cuando el profe zanier se poner a insultar a los filosofosss!!! juajua
Muy bueno el personaje de Pablo, que siente ese malestar inconciente provocado por la cultura! (Sol, me confundí de comentario, no estaba yo hablando de estos...)
ResponderEliminarMariano, ¿qué es nuestra verdadera identidad? Te desafío a que nos la definas... (sin repetir los insultos del profe, por favor! ja)
ResponderEliminar(Giadorou) Gracias Profe por subir la reflexion del tal Pablo... se enrosca en la cultura, (Freud era enroscado), pero cunado el sol le brilla en la cara se da cuenta que toda esa nube de "malestar" se disuelve ?porque? porque es solo SU PRODUCCION, y, aunque seamos parte de esta cultura hay en el alma instancias NO afectadas y corrompidas por ella. (compas, huevos, que todavia hay esperanzas!!!) jaja a sonreir, no le demos el gusto a los demonios... lo mejor de cada uno siempre o el esfuerzo, y ninguan cultura puede inyectarnos tal malestar!!!!
ResponderEliminarhola... este es un fragmento del libro el día en que Nietzsche lloró..
ResponderEliminarExtendió la mano y tomo el ejemplar Humano, demasiado humano, que si hay justicia en el mundo pronto sera eminente. Abrió el libro en el pasaje que había descrito a Freud y leyó las parte que le había interesado -"La observación psicológica es un de los recurso mediante los cuales podemos aliviar la carga de la vida". Un par de páginas después el autor afirme que la observación psicológica es esencial. Oigamos sus palabras "Ya nose puede seguir evitando a la humanidad el cruel espectáculo del quirófano moral ". Un par de páginas después señala que los errores de los grandes filósofos se originan, por lo general en una explicación falsa de las acciones y sensaciones humana, lo que en último extremo produce "la forja de una ética falsa de las acciones y de monstruo religioso y mitológico". Sin dejar de hablar, Breuer empezó a pasar las páginas del libro. Podría seguir pero lo que en definitiva sostiene esta excelente obra es que si queremos entender la fe y la conducta humana, debemos destacar las convenciones, la mitología y la religión. Soló entonces sin prejuicio de ninguna clase podremos examinar al sujeto humano.
Estoy familiarizado con ese libro - dijo Nietzsche con firmeza
Pero ¿Seguirá usted lo que prescribe?
Andrea Manuel
Gracias Andrea por compartirlo!
ResponderEliminar(marianooooo)uiiiii profe me matoooo el profe zanier dijo que "somos todo lo que nos has pasado hasta ahora..." somos el producto final de todas nuestras experiencias vividas.... jajajajaj
ResponderEliminarBueno, Mariano, quizás ahí hay una respuesta de qué es la "identidad". ¿Pero no habría que cambiar ese nombre que nos nombra desde las matemáticas? Digo, si todavía pensamos que tenemos una identidad, no podríamos pensar que somos lo que vamos haciendo de nosotros mismos... tal vez una pluralidad de fuerzas, un pliegue del exterior...
ResponderEliminarY además, más arriba te quedabas con la frase de Sol: "escapar a mi propia realidad". ¿No se parece a lo que leímos la primera clase de Foucault, de que la filosofía es el pensamiento sobre sí mismo, que nos permite transformarnos, y transformar nuestra realidad? La idea de que nos transformamos en lo que somos, no está lejos de lo que dijo Zanier...
ResponderEliminargracias profe por publicar el dibujo jajaja espero q lo entiendan!!! besoss
ResponderEliminarHOLA PROFEEEEEEE HABLA MARIANOOO!!!! DISCULPE Q NO HAYA PODIDO IR A LA ENTREGA DE LOS PRACTICOS LO Q PASA ES Q FUI PERO COMO 8 HORAS MAS TARDE XQ NADIE ME DIJO Q ERA A LA MAÑANA Y YO caí A LAS 14OOHS p.m. jajajajajajaajaaa muy mal lo mioooo!!!! qria decirle q para la prox mesa de consulta voy seguro y ademas qria preguntarle como puedo subir una foto al blog q encontre y esta increibleee sobre la líbido se va a morir de la risa jajjaja espero su respuesta... saludossss :-D
ResponderEliminarMariano, mandame la foto a mi correo y la publicamos!!! Buenísimo!
ResponderEliminarmuuuuuuuy bueno el texto de pabloo...estamos con las chicas estudiando y nos sirvio muchisimoo, gracias :)
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